"Hace falta construir un espacio donde se pueda hablar de lo no lucrativo"

Escrito por Diálogos en la Granja. Publicado en Filantropía

 

 

Entrevista con Antonio González, director ejecutivo de Wake App Health

Trabaja actualmente en una editorial de aplicaciones para móvil especializada en Salud, pero su vinculación con el mundo de la filantropía es estrecha y alargada en el tiempo. Comenzó en Médicos del Mundo, donde trabajó durante diez años y se aproximó al mundo de las organizaciones no lucrativas o, como él dice, al “sin ánimo de lucro”, un concepto que en él despierta especial interés por su condición de psicólogo. “Me interesa el uso del dinero desde un punto de vista de transformación social, lo que incluye el ámbito de la donación” señala. De ahí que desarrolle labores en el sector de la donación y el ‘fundraising’ o captación de fondos. Además es socio y donante habitual de media docena de organizaciones y participa en actividades de promoción de la filantropía, entre las que se incluye la puesta en marcha de un curso en la UNED de filantropía y captación de fondos. Empezamos con él la serie de entrevistas que realizaremos con algunos de los participantes en la edición de este año de Diálogos en La Granja.

P.  ¿Qué entiendes por Filantropía?

Para mí el concepto de filantropía está necesariamente vinculado al dinero. Hay otras categorías de colaboración como el voluntariado o el activismo que también son importantes desde el punto de vista de la transformación social, pero la filantropía implica una transferencia económica con vocación de transformación social, siempre realizada por un individuo, de lo contrario hablaríamos de un ámbito más corporativo.

P.  ¿Cuál es el estado de desarrollo de la Filantropía en España? ¿Qué valoración social tiene la gente de ella? 

A pesar de que la actividad filantrópica abunda en nuestro país, no está cuantificada ni es lo suficientemente visible. Las características sociales y culturales de la sociedad española han hecho que la filantropía carezca de un discurso público que la haya puesto en valor. Más bien ocurre lo contrario, cuando alguien hace pública una donación importante inmediatamente surge la sospecha y la crítica, algo en lo que los medios de comunicación también han jugado un papel importante. La gente desconfía de las grandes donaciones. Eso oculta el trabajo de millones de personas que a niveles más pequeños también contribuyen económicamente al sostenimiento de organizaciones sociales y de colectivos más desfavorecidos.

P. ¿Nos encontramos culturalmente muy distanciados de países de naturaleza más filantrópica?

En España la visión sobre la responsabilidad individual en el bien común es aún muy débil. Ese componente de responsabilidad en función de la posición que cada uno ocupa en la sociedad hay que trabajarlo en todos los niveles: político, empresarial, ciudadano pero sobre todo filantrópico. Cuando uno ocupa una posición de privilegio puede actuar desde una visión individualista y egoísta o desde otra más responsable. En el pasado en España existían grandes  diferencias sociales. A medida que hemos ido madurando se ha creado un caldo de cultivo positivo para el desarrollo de la filantropía.

P. ¿Qué papel puede tener la Filantropía en el actual momento económico y social? ¿Puede o debe actuar como elemento compensador del estado de bienestar?

La filantropía nunca puede menoscabar el Estado de bienestar. El Estado debe garantizar una serie de derechos, y más allá de éstos hay un espacio para la filantropía. Ambos ámbitos no deben mezclarse, porque de lo contrario debilitaríamos la cohesión social y todo aquello por lo que trabajamos desde la filantropía. La primera obligación de ésta es garantizar que exista un Estado del bienestar potente y la segunda es crear un espacio donde personas con un excedente de riqueza puedan apoyar a aquellos que se encuentran en situación de necesidad.

P. ¿Cómo pueden interactuar la tradicional Filantropía de las élites económicas con los canales más sociales como la donación a organizaciones sociales o el crowfunding?

Todo bebe de lo mismo, lo único que varían son los canales y los colectivos, que contribuyen en función de su posición. Desde el crowdfunding, que surge como un elemento de mayor posibilidad de acceso y crea una vinculación más directa con un proyecto determinado, pasando las donaciones a organizaciones sociales, que en España mueven alrededor de 700 millones de euros, hasta las contribuciones de las grandes fortunas, todas ellos responden al mismo patrón: alguien considera que tiene un excedente más allá de sus necesidades y se siente responsable sobre el bien común. A partir de ahí vehicula ese excedente a través de un canal u otro. Aunque el impacto de cada uno de ellos siempre será muy distinto.

P. ¿Qué iniciativas podrían impulsar el desarrollo de la Filantropía en  nuestro país?

En una sociedad como la nuestra, tan marcada por el interés económico y por la búsqueda del beneficio individual hace falta construir un espacio donde se pueda hablar de lo no lucrativo, de la donación y de la economía de la responsabilidad, contribuyendo desde una posición determinada al bien de los otros. Es importante generar una red o networking donde compartir experiencias e información. A medida que eso se desarrolle nuevas actividades se irán dando a conocer. Esto serviría de modelo a otros y contribuiría a su vez a generar ese discurso público que dentro de los medios de comunicación y de la sociedad en general ponga en valor las actividades filantrópicas.